La “agenda propia” de la vice Victoria Villarruel hace mella en un martes cortado al medio por las tensiones que la enfrentan con el primer mandatario Javier Milei y amenazan con hacer explotar a La Libertad Avanza (LLA). Tras los cruces por la escandalosa suba de las dietas a los senadores, el motivo fue esta tarde la nominación del magistrado Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia, impulsada directamente por Presidencia: “No cuenta con los pergaminos necesarios. No estoy de acuerdo con su candidatura”.
Donde hubo fuego, cenizas quedan, y tal parece que no estaban apagadas del todo en la cúpula del Poder Ejecutivo Nacional, que es sede otra vez de una ardiente interna entre sus dos máximas figuras. De un lado aparece Milei, con su fuerte reprimenda al Senado -y, tácitamente, a sus autoridades- por el aumentazo otorgado a los legisladores anoche, que debió ser retrotraído hoy; en el otro juega Villarruel, quien se lavó las manos por la actualización salarial en la Cámara que ella misma encabeza y se mantiene firme ante los embates libertarios.
El segundo round, por su parte, se largó esta tarde con las referencias a la polémica nominación del juez Lijo para integrar el tribunal más importante del país. El magistrado, cuyo nombramiento es propuesto y respaldado por Milei, acudirá al Senado el miércoles para defender su designación, pero aparentemente ni siquiera el oficialismo se la hará fácil – al menos así lo indican los comentarios que deslizó al respecto en las últimas horas la vice: “Mi opinión respecto de Lijo es pública. La he expresado. No estoy de acuerdo con la candidatura”.
Entre sus argumentos, Villarruel cuestionó que el magistrado “reemplace a una mujer”, en referencia a la exministra de la Corte Elena Highton de Nolasco, cuyo puesto quedó vacante desde su jubilación. “Está reemplazando la banca de una mujer. Me habría gustado que ese lugar lo ocupara una mujer, y lo dice alguien que no es feminista, sino desde un lugar de justicia”, manifestó en ese sentido la titular del Senado. Sin embargo, a ello le agregó otra fuerte serie de críticas, esta vez del terreno jurídico.
“Es un juez controversial. No cuenta con los pergaminos necesarios para ser juez de la Corte Suprema. Su candidatura ha partido mucho a la sociedad entre los que están a favor y en contra”, disparó la vicepresidenta durante un almuerzo en el Colegio de Abogados. Entonces, lejos de amortiguar sus desacuerdos con Milei, insistió: “Habría querido tener un candidato sólido y que nos represente, con la mejor sabiduría y rectitud posible. No creo que sea el caso. No ha sido la mejor elección, ha sido una candidatura que es controversial”.