En un gesto para homenajear a la comunidad eslovena residente en Resistencia, autoridades municipales descubrieron recientemente una placa sobre el parterre situado en la avenida Lavalle al 450, con motivo del 33º aniversario de la independencia de la República de Eslovenia. Sin embargo, la ubicación de la ofrenda generó controversia, ya que se encuentra en medio de la senda peatonal, impidiendo el paso de los transeúntes y no respetando el Reglamento General de Construcciones.
El homenaje es fruto de las contribuciones de la comunidad eslovena de Resistencia y formó parte de una iniciativa para mejorar el espacio verde, llevada a cabo por la comisión de embellecimiento de la ciudad, mientras que la mano de obra fue aportada por Sodja Letreros. No obstante, la placa fue autorizada por la Municipalidad, específicamente por el secretario de Desarrollo Humano, Pablo Mujica, sin considerar las normativas vigentes ni las necesidades de los peatones.
Este no es un incidente aislado en la actual gestión municipal. Situaciones similares han ocurrido anteriormente, como la construcción de rampas en la entrada y salida de la Dirección de Tributaria, ubicada en calle Monteagudo al 100, que no cumplen con las normativas de construcción comunales y no contemplan las necesidades de personas con movilidad reducida, no videntes y adultos mayores.
Es esencial que las autoridades municipales tomen en cuenta las normativas de construcción y las necesidades de la comunidad al llevar a cabo obras y homenajes. La accesibilidad y la seguridad de los transeúntes deben ser prioridades en cualquier proyecto urbano, especialmente en gestiones que buscan embellecer y mejorar la ciudad. La situación actual ofrece una oportunidad para revisar y corregir los procedimientos, garantizando que futuras iniciativas sean inclusivas y respeten las regulaciones vigentes.
