Un dato: el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) desde el inicio de la gestión de Javier Milei registró una caída del 32,1% con relación a noviembre de 2023, según relevó el informe del Centro de Investigación y Formación (Cifra) de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que lidera Hugo Yasky.
El Consejo Nacional del Salario (CNS) que deberá actualizar el valor del haber mínimo se reunirá hoy y tendrá la tarea de hacer equilibrio entre la realidad de la calle y las demandas de “equilibrio” del Gobierno.
Entre otros datos alarmantes, el informe sostiene que el valor actual es inferior al de la mayor parte de la década de 1990, cuando el salario mínimo era tan bajo “que había perdido su función como piso salarial, en un contexto de desregulación y flexibilización del mercado laboral impulsado por el gobierno”.
Pero además, al comparar el salario mínimo con las líneas de pobreza e indigencia sale a la vista que en julio de 2024, el salario mínimo solo permite cubrir el 56.8% de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y el 25.6% de la canasta de pobreza, cifras similares a las de la crisis de la convertibilidad en 2001/2002.
“Desde la toma de posesión del nuevo gobierno, se han llevado a cabo dos reuniones del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, en febrero y mayo”, comienza explicando la CIFRA CTA.
Desde la asunción del actual gobierno tuvieron lugar dos reuniones del CNS, en febrero y mayo, ambas terminaron con laudos dispuestos por la cartera laboral.
Cifra ponderó que con los dos incrementos nominales sumaron 60,5% respecto de noviembre de 2023 “cuando en el mismo período se proyecta acumular una inflación superior al 136%. De este modo se consumó la pérdida real de un tercio en el salario mínimo“, explicó la investigadora Mariana González, quien elaboró el paper respecto al escenario previo por el debate sobre el nuevo valor del SMVM.