El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, murió el miércoles en Teherán en un bombardeo imputado a Israel tanto por el movimiento islamista palestino como por Irán, que juraron venganza, lo que hace temer una escalada en la región en plena guerra en Gaza. El guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, prometió un “duro castigo” y según el diario New York Times ya habría emitido la orden para que Irán ataque Israel. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que las fuerzas militares de su país están listas para enfrentarse a “cualquier escenario”. Considerado un pragmático dentro de Hamas, Haniyeh mantenía buenas relaciones con las distintas facciones palestinas, incluso sus rivales.
Según medios iraníes, un misil Spike de corto alcance de fabricación israelí fue lanzado (posiblemente desde territorio iraní) hacia el dormitorio de Haniyeh. También murió uno de sus guardaespaldas, según funcionarios iraníes. El jueves se celebrará una ceremonia funeraria “oficial y pública” en Teherán, antes de trasladar el cuerpo de Haniyeh a la capital de Qatar, Doha, donde será enterrado el viernes según Hamas.
La posibilidad de tregua se aleja
Haniyeh, de visita oficial a Teherán para asistir a la investidura de Pezeshkian, era visto por muchos como la cara más moderada de Hamas, y su muerte deja a los islamistas en manos del liderazgo más extremista, encarnado por Yahya Sinwar, cerebro de los atentados del 7 de octubre. El líder palestino era, además, el principal mediador del grupo en las negociaciones para un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en Gaza, que después de semanas de impulso por parte de los mediadores parecen ahora abocadas al estancamiento.
El Foro de las Familias de los Rehenes recibió la noticia de la muerte de Haniyeh con escepticismo, al reconocer en un comunicado que para ellos “el gran logro” de esta guerra solo llegará con un acuerdo de tregua que permita la liberación de los 111 que siguen cautivos por el grupo palestino. “Pese a los grandes avances de las tropas en la Franja en materia de seguridad, el acuerdo propuesto por el gobierno israelí y apoyado por el presidente Joe Biden representa el único camino viable para asegurar su libertad“, insistieron en su comunicado.
Mohamed bin Abderrahman Al Thani, el primer ministro de Qatar, uno de los países mediadores, indicó que “la estrategia de los asesinatos políticos lleva a preguntarse sobre cómo se pueden celebrar negociaciones en las que una de las partes asesina a la otra, con la que negocia al mismo tiempo”. El nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, sostuvo que “los sionistas pronto verán las consecuencias de su acto terrorista y cobarde”.
El ayatolá Ali Jamenei acusó al “criminal y terrorista régimen sionista” de haber matado a Haniyeh. “Nos entristece, pero también prepara el terreno para un duro castigo”, manifestó Jamenei en una carta recogida por la agencia iraní ISNA. Según informaron tres funcionarios iraníes al diario New York Times, Jamenei ya habría solicitado que Irán ataque directamente a Israel en una reunión de emergencia del Consejo Supremo de Seguridad Nacional. Un miembro de la oficina política de Hamas, Musa Abu Marzuk, aseguró que la muerte de Haniyeh “no quedará impune”.
Israel para “cualquier provocación”
Hasta el momento ningún alto cargo israelí reconoció de manera oficial la operación, aunque algunos ministros sugirieron en redes sociales que el país se encuentra detrás de la muerte del líder palestino. El ministro de Patrimonio, Amichay Eliyahu, escribió en su cuenta de X: “Esta es la manera correcta de limpiar el mundo de esta inmundicia. No más acuerdos imaginarios de rendición, no más misericordia para estos mortales”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que Israel está preparada para cualquier provocación por parte de las llamadas fuerzas de la resistencia, si bien no mencionó el ataque contra la capital de Irán en el que murió Haniye. “Desde el ataque en Beirut hemos escuchado amenazas de todas partes. Estamos preparados para cualquier escenario y nos mantendremos firmes y decididos ante cualquier amenaza”, subrayó Netanyahu en un discurso a la nación en el que no mencionó a Haniye.
En cambio el primer ministro indicó que Fuad Shukr, principal comandante de la milicia chiita Hezbolá, fue “directamente responsable” de la muerte de los 12 israelíes, la mayoría niños, que murieron en la localidad drusa de Majdal Shams en los ocupados Altos del Golan sirios. Shukr murió el martes tras un “ataque selectivo” llevado a cabo por el Ejército israelí contra un cuartel del grupo en el sur de la capital libanesa, Beirut. La acción aérea también causó la muerte de cinco civiles, entre ellos dos niños, e hirió a más de 70 personas.
Condena y luto en Medio Oriente
Los mensajes de condena y luto por la muerte de Haniyeh llegaron de lugares como Irak, Jordania, Siria, Egipto, e incluso de antiguos rivales políticos como el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, quien gobierna en partes de Cisjordania ocupada. Abbas condenó enérgicamente el asesinato del líder de Hamas y lo consideró “un acto cobarde y un acontecimiento peligroso”. La ANP declaró un día de luto oficial.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husein al Sheikh, también condenó la muerte de Haniyeh y llamó a uno de los dirigentes del grupo, Jaled Meshal, para darle sus condolencias e insistir en “la unidad y la fuerza de nuestro pueblo”. El 23 de julio Hamas y la formación secular Fatah, que lidera Abbas, firmaron en Beijing una declaración en la que se comprometieron a terminar con la división que impera desde 2007 entre estas dos facciones palestinas y a fortalecer la unidad con el resto de grupos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que un alto el fuego en Gaza es un “imperativo duradero” y aseguró que Washington no estaba al tanto ni implicado” en la muerte de Haniyeh. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que los bombardeos en Beirut y Teherán constituyen una “peligrosa escalada en un momento en que todos los esfuerzos deberían llevar a un alto el fuego en Gaza”.
“El loco y el cuerdo”
En Gaza, donde las noticias de las últimas horas eclipsaron casi por completo los últimos ataques israelíes, la muerte de Haniyeh hizo amanecer a los ciudadanos en vilo sobre el destino de la Franja ahora que queda en manos del cabecilla de la organización en el enclave, el radical Yahya Sinwar. “Israel ha matado al cuerdo y ha dejado al loco”, dijo entre lágrimas una palestina a la agencia EFE y agregó: “Esto es otra excusa para seguir matando civiles en Gaza con tal de alcanzar a Sinwar”.
Sinwar, líder de Hamas en Gaza, es considerado el cerebro detrás de los ataques del 7 de octubre, en los que las milicias palestinas de la Franja mataron a unos 1.200 israelíes y secuestraron a otros 251, desencadenando una ofensiva de Israel en el territorio en la que ya han muerto más de 39.400 gazatíes, según las autoridades locales.
Hijo de una familia huida a Gaza cuando se creó el Estado de Israel, Haniyeh se unió a Hamas en el momento de su fundación en 1987, coincidiendo con la primera intifada. Desde 2017 era el presidente del buró político de Hamas, en reemplazo de Khaled Mashal, y en 2019 se mudó de la Franja a Qatar, desde donde se ocupaba del liderazgo y representación del grupo islamista, sobre todo en la arena internacional.
La muerte de Haniyeh se suma a otros atentados y asesinatos ocurridos en Irán en los últimos años y de los que el gobierno iraní ha acusado a los servicios secretos israelíes. Entre ellos se destacan en 2020 el del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh, a quien Occidente consideraba como el responsable de un programa iraní para desarrollar armas nucleares, y Sayyad Khodaei, un coronel de la Guardia Revolucionaria asesinado en mayo de 2022.
Fuente: Página 12