El miércoles, un allanamiento policial en una vivienda de la calle Arbo y Blanco al 1900, en Resistencia, generó controversia luego de que se rescatara a un mono carayá macho adulto en el marco de una causa por presunto maltrato animal. Según el informe de la Policía, el animal estaba en una jaula y, pese a la resistencia de la moradora, fue trasladado por el presidente de la Fundación Carayá Roga y personal del Departamento de Fiscalización de Ambiente.
La dueña del mono, junto con su hija, desmintió las acusaciones de maltrato a través de las redes sociales. “Doce años vivió con nosotras, ya hubiera estado muerto si era verdad todo lo que dijiste”, señaló la hija, refiriéndose a la denunciante. Aclaró que ya habían establecido un acuerdo con el refugio y que veterinarios estaban al tanto del estado del animal.
Además, la joven criticó el operativo, alegando que el mono fue sometido a un gran estrés durante el traslado. “Lo llevaron como a un salvaje, cuando él es un bebé que no necesitaba pasar por esa situación”, expresó con indignación. También afirmó tener más de 156 testigos entre sus vecinos que podrían confirmar que el mono no era maltratado.
La dueña del animal fue notificada por la magistratura interviniente y enfrenta cargos por resistencia y atentado contra la autoridad, así como por privación ilegítima de la libertad. Sin embargo, la familia insiste en que el procedimiento fue injusto y mal manejado.