La milanesa, reina de las mesas argentinas, puede convertirse en una pesadilla culinaria si el pan rallado no se adhiere como corresponde. Ese crocante irresistible es el resultado de un empanizado bien hecho y unos pasos clave que no pueden faltar.
Estos son los mejores trucos para que el pan rallado no se despeque de la milanesa :
Secar bien la carne: parece algo menor, pero es esencial. Si la carne tiene humedad, el empanado se desprenderá. Secala con papel absorbente antes de arrancar y garantizá una base firme para los siguientes pasos.
Utilizar harina: este paso básico hace toda la diferencia. La harina actúa como un ancla para el huevo y el pan rallado, asegurando que ambos queden perfectamente adheridos. Cubrí bien la carne y sacudí el exceso para un resultado parejo.
Darle su tiempo de reposo necesario: una vez empanadas, las milanesas necesitan reposar en la heladera durante 15-20 minutos. Esto permite que el empanizado se asiente y no se despegue al momento de la cocción, ya sea en aceite o al horno.
Apostar al doble empanado: si sos fanático de las milanesas bien crocantes, el doble empanado es tu aliado. Pasá la carne por huevo y pan rallado, y repetí el proceso. Este extra de protección no solo asegura el crocante, sino que también da una textura más contundente y sabrosa.