Vacaciones en el exterior con un dólar más barato: cuánto costará pagar con tarjeta sin impuesto PAIS

En términos reales, el dólar perdió este año entre 40% y 48% de su capacidad de compra en el mercado interno. En sentido contrario, Brasil, Chile y Uruguay devaluaron a una tasa más alta que la inflación.

Se va terminando un año muy duro en materia económica, donde las distintas variables tuvieron importantes reversiones. Así como la inflación se disparó en abril a un pico interanual que rozó el 300%, en los salarios, que van recuperando terreno lentamente, se percibió un rotundo deterioro de poder de compra, que atrofió la demanda en general -y del dólar para atesoramiento en particular-.

Así, el primer tramo de la gestión de Javier Milei puede atribuirse el mérito de una rápida desaceleración de la inflación una vez superado el shock inicial de la histórica devaluación del 13 de diciembre de 2023 (un 118% que llevó al tipo de cambio al umbral de los 800 pesos por dólar), pero se produjo a la vez un efecto colateral contundente e inesperado: el de una rampante inflación en dólares que tuvo la economía doméstica, debido a la aplicación de un “crawling peg” de 2% mensual, que ejerció de “ancla” ante la escalada del resto de los precios.

La brecha cambiaria quedó ahora en un piso desde 2019. Este viernes el dólar libre es ofrecido a $1.125 para la venta en el reducido mercado informal, su precio más bajo desde el 7 de noviembre ($1.120). Con un dólar mayorista que gana dos pesos en el día, a 1.007 pesos, la brecha cambiaria entre ambas cotizaciones se acota a 11,7%, la más reducida desde el 30 de septiembre de 2019 (10,1%).

Respecto del dólar MEP a $1.086 -hoy la alternativa más común para comprar moneda extranjera- la brecha se ajusta incluso más, al 7,8%, la más baja desde el 29 de agosto de 2019, justo antes del regreso del “cepo”, el 1 de septiembre de aquel año.

Con un dólar tan barato en términos reales y una brecha cambiaria mínima, la alternativa para los argentinos de veranear en el exterior se vuelve cada vez más conveniente.

Por citar un ejemplo: el dólar en Brasil se paga a 5,82 reales, el precio más alto desde octubre de 2020 y muy cerca de su récord histórico. Algo similar ocurre en Chile, donde el dólar es negociado a 985 pesos, cerca de sus máximos de octubre de 2022, cuando el billete norteamericano llegó a sobrepasar los 1.000 pesos chilenos. Lo mismo en Uruguay, donde el dólar alcanza los 42,40 pesos uruguayos, tasa próxima a la del récord de 45 uruguayos de marzo de 2020.

En términos reales, las economías de estos países vecinos e importantes destinos del turismo emisivo de Argentina se “abarataron” en dólares en 2024. Brasil registra un salto cambiario de 19,8% en lo que va del año, contra una inflación de 4,3% acumulado; en Chile el dólar sube 15,8% con una inflación de 4,7%, mientras que en Uruguay la tasa de cambio respecto del dólar aumentó 10,5% con una inflación de 4,4 por ciento.

¿Qué pasó en la Argentina? El fenómeno inverso: hasta octubre, el tipo de cambio oficial subió 24,6% (desde los $808,45 a los $1.007) y la inflación acumuló un 107 por ciento. En este sentido, el dólar perdió 39,8% de su capacidad de compra. Medido en dólar MEP, la caída fue aún mayor, del 47,5 por ciento.

Esto significa que a lo largo del año la economía argentina se encareció entre un 40% y un 50% medida en dólares, mientras que nuestros países vecinos se “abarataron” en dólares: Brasil un 14,9%; Chile, un 10,6%, y Uruguay, un 5,8% respecto del verano 2023/2024.

El Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral que mide el Banco Central da cuenta de este deterioro en la competitividad cambiaria en el intercambio de bienes y servicios con el exterior, que desde que empezó el año restó 64 puntos, desde los 145,7 puntos -muy por encima del los 100 puntos de equilibrio teórico- a los 81 puntos, que podría interpretarse como un retraso en torno al 19% para el tipo de cambio oficial.

En el caso puntual de Brasil, dadas las divergentes tasas de devaluación e inflación en ambos países, el tipo de cambio real bilateral cayó a la mitad este año desde los 149,9 puntos del cierre de 2023 -un cambio muy beneficioso y alto para la Argentina, casi 50 puntos por encima del nivel teórico de equilibrio- a los 76,2 puntos del 21 de noviembre, que dan cuenta de un peso “apreciado” en torno al 24% respecto del real brasileño.

Adios al impuesto PAIS

A este potente incentivo cambiario para hacer turismo en el exterior, se le sumará esta temporada la eliminación a partir de 2025 del Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), que grava con un 30% la compra de moneda extranjera de “personas humanas”, tal como lo confirmó el ministro de Economía, Luis Caputo.

El funcionario explicó que, aunque el dólar “turista” mantendrá una cotización superior al oficial, los ajustes recientes permitirán una disminución de su costo. Este tipo de cambio actualmente incluye un impuesto PAIS del 30% y una percepción del 30% a cuenta de Ganancias. Sin embargo, el impuesto PAIS será eliminado el 24 de diciembre, marcando un cambio importante en la estructura del tipo de cambio para este sector.

Este viernes el dólar al público promediaba en bancos $1.034,68, que aplicados los impuestos se incrementa a 1.655,49 pesos. Sin el Impuesto PAIS, este dólar para ahorro y consumos en el exterior se reduciría a $1.345,08, todavía menos conveniente que comprar los dólares MEP ($1.086) o en el mercado “blue” ($1.125) y utilizarlos en el extranjero.

Para usar como proyección, los contratos del dólar futuro en Matba-Rofex se pactaban a $1.039 para el cierre de diciembre de este año. Si a este precio se le adiciona un 3% -comisión que están cobrando los bancos y que es la diferencia entre el precio mayorista y minorista- más otro 30% como adelanto del Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, da un dólar “turista” de 1.391 pesos. Y con un dólar futuro a $1.063,50 para el cierre de enero, este mismo cálculo da 1.424 pesos.

De todos modos, es importante considerar que para estos consumos se puede solicitar la devolución de percepciones ante el ente recaudador. En todos los casos, la solicitud de devolución debe hacerse una vez finalizado el año fiscal. Es decir, que las percepciones que un contribuyente pagó durante 2025, podrá solicitarlas desde el primero de enero de 2026.

En el último REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) del Banco Central, los analistas estimaron para 2025 una inflación de 31,4 por ciento. Con este razonamiento, la devolución del 30% retenido se reducirá al 20,6 por ciento. Así, el dólar “tarjeta” de enero de 2025 -sin impuesto PAIS y con una devolución de percepción equivalente a 20,6% por la inflación a doce meses- quedaría en 1.163,47 pesos, un precio apenas por encima del dólar libre.

Es de prever que la utilización de dólares para pagar las vacaciones en el exterior registre un aumento considerable con el “pico” estacional del verano. En este aspecto, según el último Balance Cambiario del BCRA, con datos de septiembre, el déficit por turismo y consumo con tarjeta en el exterior -contabilizado dentro de la balanza de servicios- fue de USD 594 millones. En los primeros nueve meses de 2024, el saldo negativo por el pago de viajes, pasajes y consumos con proveedores del exterior alcanzó los USD 3.939 millones de dólares.

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