Como parte del extenso cuestionario que se le realizó al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en su presentación en el Senado de la Nación, se lo interrogó con respecto al Previaje, sistema de beneficios para el turismo interno durante la gestión de Alberto Fernández. ¿Qué respondió?
El Previaje inició durante la pandemia como una política de contingencia para rescatar a la industria turística, pero su extensión a lo largo de toda la gestión terminó siendo una política permanente.
En este caso, se consultó sobre la posibilidad de que resurja este programa durante esta gestión, cómo será la situación de los jubilados en caso de continuar y, si no, como se lo reemplazaría. Según informe de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes señalaron: “Durante la gestión anterior, el programa Previaje fue el centro de la promoción turística, absorbiendo casi el 94% del presupuesto destinado a esta área y relegando otras funciones claves de la Ley de Turismo. Aunque supo ser una herramienta eficaz durante la pandemia, su extensión más allá del contexto excepcional pandémico generó efectos contraproducentes en el mercado turístico, tales como el incremento de precios en hotelería y gastronomía, que registraron un 10% por encima de la inflación general”.
En ese sentido, Guillermo Francos indicó que “la política pública debe alinearse con los objetivos de orden general del gobierno, especialmente en un contexto de crisis económica e inflación elevada. La tarea de normalizar los mercados y reducir el gasto público es prioritaria para reducir la inflación y lograr una macroeconomía estable y sostenible”. Además, añadió que las “políticas agresivas como Previaje, concebidas para momentos de excepción, deben terminar una vez superado el contexto que las justifica. Prolongarlas más allá de lo debido, por interés político o electoral como se hizo, sólo lleva a aumentar el déficit fiscal y perpetuar distorsiones en el mercado turístico, desvirtuando su propósito inicial”.
Con respecto a la situación actual, remarcaron que mantenerlo en este contexto significaría un gasto de 144 mil millones de pesos provenientes del fisco. En este sentido, el Gobierno promovió el programa “Elegí Argentina” como un “reemplazo”, aunque sin el mismo sistema subsidiaria que repercute directamente en las arcas públicas, sino con la estimulación de la demanda.
El modelo propuesto por la administración nacional actual, según señalaron “contribuye a establecer precios de equilibrio en el sector turístico al aumentar la competencia en el mercado, permitiendo que el turista acceda a una amplia gama de opciones y facilite la toma de decisiones informadas. La plataforma de “Elegí Argentina” respalda los principios de una política económica centrada en reducir la inflación, optimizando los recursos y facilitando la interacción directa entre oferta y demanda, sin que el Estado incurra en subsidios o en gastos fiscales adicionales”.