Cien años de soledad, la nueva serie de Netflix inspirada en la obra maestra de Gabriel García Márquez, se estrena el miércoles 11 de diciembre en esta plataforma streaming. Infobae Tecno estuvo presente en la alfombra roja de esta producción para consultar a su reparto cómo imaginan Macondo hoy en día, con tantas innovaciones tecnológicas.
Macondo, en la narrativa descriptiva del Nobel colombiano, se caracteriza por ser un territorio tan ficticio como real: ocurren hechos insólitos, como que una cuna se eleve por sí sola, pero también está presente la cercanía entre sus personajes, un factor presente en muchas familias.
En la primera parte de la serie justamente se observa cómo Jose Arcadio Buendía busca un lugar para sentar las bases de Macondo. En los primeros capítulos, se muestra como es la fundación y evolución de este pueblo imaginado por García Márquez: las chozas con las jaulas para pájaros hasta la remodelación de la casa Buendía Iguarán, cuando Úrsula empieza a buscarle esposo a sus hijas.
Por otra parte, los actores que interpretaron a José Arcadio Buendía, tanto joven (Marco González) como mayor (Diego Vásquez), consideran que este personaje sería mucho más particular con las innovaciones tecnológicas actuales.
José Arcadio se caracteriza por su inagotable curiosidad, la cual lo impulsa a buscar al mar, a rastrear oro enterrado bajo tierra con los imanes gigantes de los gitanos, a jugar con monedas de oro gracias a las fórmulas que aprendió con la alquimia o a intentar encontrar a Dios a través de un daguerrotipo.
“Yo no sé hasta donde iría la cabeza de Jose Arcadio, de pronto ir al sol y volver. Una máquina que lo llevara sol, a cualquier de los planetas o a cualquier parte del universo y volver”, dijo Vásquez.
González estuvo en sintonía con Susana Morales, pues afirmó que la inteligencia artificial también se integraría a un Macondo actual y que esa tecnología “sería un goce para José Arcadio”.
Mientras tanto, Claudio Cataño, encargado de darle vida al General Aureliano Buendía, cree que, en definitiva, Macondo no existiría en la actualidad debido a que no habría espacio para el estilo de la narrativa de García Márquez.
“Creo que el realismo mágico es cómo se percibe, con ingenuidad, el desarrollo de la historia y de la civilización. Esto permite que los personajes lo vean como algo mágico. Además, pertenece a la tradición oral, a cómo se cuentan los cuentos, a cómo se vive la vida. Con internet y esta temporalidad de cinco minutos, creo que esa poética de lo ingenuo y puro no existiría”, dijo el actor.
Viña Machado quien es Pilar Ternera en la serie de Netflix está de acuerdo con Cataño: “Hoy en día no existiría Macondo”, afirmó la actriz.
“Estamos tan pegados al teléfono que José Arcadio no va a tener tiempo de descubrir por sí solo que la tierra es redonda. No nos va a llegar la peste del insomnio, este aparato no va a dejar que se nos quite la memoria y uno no tendría que ir donde el vecino a enterarse de un montón de cosas”, explicó.
Rodrigo García, productor ejecutivo de este nuevo título e hijo del Nobel colombiano, señaló que el internet sería un punto de inflexión para José Arcadio. “No saldría de su habitación, el mundo entero estaría en la punta de sus dedos”.
Cómo fueron los efectos especiales de la serie
Los efectos especiales juegan un papel crucial en la adaptación de Cien años de soledad a la pantalla, permitiendo dar vida a los elementos mágicos que caracterizan la obra de Gabriel García Márquez. Desde objetos que desafían las leyes de la física hasta escenarios que evocan el realismo mágico del texto original.
Alex García López, director de los primeros capítulos, señaló que para llevar a la pantalla la cuna que se elevaba sola y la bolsa de huesos de los familiares de Rebeca que la seguían a todos lados, buscó “llevar una esencia muy natural”.
“Para los huesos de Rebeca, le pedí al equipo de efectos especiales que crearan un control remoto, de manera que la bolsa tuviera un aparato adentro y ellos pudieran moverla completamente, haciendo que los huesos la persiguieran. En el caso de la cuna de Amaranta, se colocaron unos cables para elevarla”, explicó.