Un escándalo político estalló tras la revelación de una serie de chats entre diputados libertarios, el cura Javier Olivera Ravasi y varios juristas, que muestra cómo se gestó la polémica reunión con genocidas condenados por delitos de lesa humanidad en la cárcel de Ezeiza. Los mensajes demuestran que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tenía conocimiento y facilitó el encuentro.
Estos chats forman parte de la causa que investiga el encuentro del 11 de julio. En la reunión participaron los diputados libertarios Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo, junto con juristas vinculados con la dictadura. Los represores presentes fueron Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti, Adolfo Donda, Antonio Pernías, Gerardo Arráez, el “Pájaro” Martínez Ruíz, Agustín Oyarzábal Navarro, Juan Manuel Cordero, Mario “el Cura” Marcote y Miguel Ángel Britos.
La organización del encuentro
Los chats que anteceden al encuentro muestran cómo se coordinó cada detalle. El 23 de febrero, el cura Javier Olivera Ravasi añadió a la diputada Lourdes Arrieta a un grupo de WhatsApp y escribió:
“Confirmados para la reunión del 14 de marzo, 19:30 hs en Montevideo 871, CABA. Reunión informal y reservada por tema proyectos militares.”
El grupo incluía a varios diputados y juristas, quienes confirmaron su asistencia. Entre ellos, Alida Ferreyra y el abogado Enrique Munilla.
La facilitación por parte de Patricia Bullrich
El 11 de marzo, Benedit comentó en el grupo que había hablado con el jefe del Servicio Penitenciario, Fernando Martínez, para facilitar el acceso a la cárcel. Ravasi añadió que Benedit también había hablado con Patricia Bullrich para asegurar que quienes quisieran visitar a los “presos políticos” en Ezeiza y otros penales no tuvieran inconvenientes.
Las conversaciones claves
El 6 de marzo, el cura insistió para que confirmaran su presencia en una reunión, señalando que había comprado empanadas para el evento:
“Así que no falten. Súmense porfa.”
El abogado Edgardo Flora aconsejó discutir las visitas antes de realizarlas para preparar a los diputados sobre lo que encontrarían en los penales.
La reunión en Ezeiza
El día del encuentro, Ravasi informó que el timbre no funcionaba y pidió a los participantes que avisaran al llegar. Tras la reunión, los mensajes reflejaron un tono optimista:
“Es el momento de hacer algo grande,” escribió la jueza Laura Olea. “Sí,” respondió Saint Jean. “Esperemos que puedan hacer algo. Son muchos años de este tema,” agregó Ravasi.
Las repercusiones
Los chats continuaron después de que el encuentro se hiciera público. María Fernanda Araujo expresó su preocupación por la filtración de los mensajes y la posible reacción del Ejecutivo:
“Nos van a decir de todo. Esperemos que se comuniquen del Ejecutivo. Seamos orgánicos. La verdad que creí que teníamos el aval de arriba.”
Beltrán Benedit y Araujo mostraron su descontento por la filtración, llamando “topo” y “buchón” al responsable de la filtración.