A comienzos de este año, el municipio de Resistencia, a cargo del intendente Roy Nikisch, construyó unas rampas en el ingreso y salida de la Dirección de Tributaria, situada en calle Monteagudo al 100, sin respetar el Reglamento General de Construcciones y sin considerar a los transeúntes con movilidad reducida, no videntes y a los adultos mayores.
Si bien es loable la intención para facilitar el acceso a discapacitados, la ubicación de estas rampas perjudica más de lo que beneficia, ya que están sobre la vereda importunando el paso de los peatones. Esto se suma a que están muy cerca de las baldosas podotáctiles (plaquetas de color amarillo que sirven de guía a personas no videntes o de visión parcial).
Según el artículo 3.5.6, denominado “Accesos”, de la ordenanza 13.915 se establece que en ningún caso se permitirán rampas o escaleras (aún de medio nivel) que terminen o comiencen sobre la Línea Municipal, en forma perpendicular a la misma.
Es necesario que el Municipio construya rampas que empiecen dentro del edificio para garantizar el cómodo y seguro ingreso desde la vereda, más no sobre ella, para brindar la tranquilidad de desplazamiento a los contribuyentes.
Esta situación es paradójica, ya que 30 metros antes de la entrada de la Dirección Tributaria, por la misma vereda, se encuentra el ingreso a las oficinas de Seguridad Vial que posee los accesos acordes que debe tener cualquier edificio público-estatal.